martes, 10 de julio de 2012

Sacar Partido- Saber Enseñar

Cuando entra en casa una  nueva profesional a trabajar en las labores domésticas suele darnos una GRAN pereza pensar en enseñar y sobre todo hacer frente a una nueva cara, costumbres etc..

La semana pasada estuve en casa de una madre de familia que me pidió organizar su casa, pues ella trabaja fuera y la asistenta había empezado dos días antes y no se hacía con el trabajo de la casa.

Las personas que trabajan profesionalmente en las tareas domésticas lo hacen porque no les "queda otra", luego su actitud general es más de resignación y desinterés que de deseos de aprender a realizar su trabajo bien.

Después de pasar 3 días con ella, esta persona estaba contenta de realizar su trabajo, pues tenía claro cuál era su obligación cada día; sabía lo que se esperaba de ella, y por qué era importante su trabajo profesional en esa casa. Tanto la familia como ella estaban contentos. Se respiraba otro aire.

Es verdad que en estos días hay poca estabilidad. Por lo general la estancia de una empleada en una casa suele ser de 2 a 3 años. Este hecho puede desmotivarnos, sin embargo NO debemos desanimarnos. Es lo que nos ha tocado vivir. Ahí está la gracia.

 Estas personas, si ven nuestro entusiasmo, y sobre todo el resultado de una limpieza bien hecha, de una mesa bien puesta, de una comida bien presentada, sienten que su trabajo tiene un valor, una dimensión interesante que ellas no habían descubierto antes.

El respeto por el propio trabajo DA CATEGORÍA a la labor que tenemos entre manos. 

Mis consideraciones:


  • Todos los trabajos resultan repetitivos después de un tiempo. Eres tú el que con tu interés, creatividad y buen hacer sabes darle ese punto que lo hace distinto.
  • Enseña a hacer las cosas como enseñarías a un alumno.
  • Ve por delante, que vean que eres experta, y que sabrás apreciar un buen trabajo.
  • Una actitud cariñosa consigue resultados superiores a una actitud autoritaria.
  • Huye del "coleguismo". Cada uno en su sitio. Eso da dignidad a la casa, y al que trabaja en ella.
  • Cuando estés saturada, no corrijas.
  • Cuida su aspecto: uniforme limpio y planchado; y de su talla; zapatillas limpias; pelo recogido.






No hay comentarios:

Publicar un comentario